El poder de los hábitos

Los hábitos siempre han tenido una influencia importante en nuestros estados de ánimo porque, según los hallazgos realizados por la Universidad de Duke (2006), configuran el 40% de las acciones que realizamos diariamente.

Este estudio es muy significativo porque nos revela que casi la mitad de las actividades que hacemos diariamente son acciones automáticas que se han fijado en nuestro día a día de forma repetitiva, y a las que ya no les prestamos atención consciente (como lavarnos los dientes apenas nos levantamos o hacer ejercicio), pero que sí tienen un alto impacto en las hormonas que se liberan en nuestro cerebro, y las hormonas son emociones, así que estas acciones automáticas tienen la capacidad de hacernos sentir mejor o peor durante el resto del día.

Para muchos de nosotros, nuestros hábitos se han fijado sin que nosotros los hayamos elegido. Por ejemplo, lavarme los dientes después de levantarme es algo que sencillamente hago desde que tengo uso de razón porque mi mamá lo fijó en mí, y así muchos otros; pero al ver la importancia que tienen los hábitos en nuestra vida ¿No deberíamos tomarnos el tiempo para decidir cuáles queremos en nuestra vida y cuáles no, y diseñar un plan para incorporarlos o cambiarlos?

¿Por qué fracasamos cuando intentamos incorporar nuevos hábitos?

Muchos de nosotros hemos experimentado la frustración de fracasar al incorporar nuevos hábitos, como levantarnos a trotar todas las mañanas, o tener hábitos alimenticios más saludables, etc., pero ciertamente creo que hemos fracasado por no comprender cómo funcionan, cómo se forman, cómo se fijan sin que nos esforcemos tanto, y cómo disfrutar los beneficios de incorporarlos.

El primer gran error que cometemos es querer reformar toda nuestra vida, poniéndonos metas poco reales que nos fuerzan a hacer grandes sacrificios. Entonces, antes de elegir un hábito clave, comprendamos lo que la ciencia ha desc

¿Cómo se forman los hábitos?

Los hallazgos encontrados por Charles Duhigg, publicados en su libro El Poder de los Hábitos, permiten comprender que los hábitos se vuelven hábitos porque nos dan recompensas, es decir, nos permiten obtener algo que nos hace sentir placer; por lo tanto, si queremos cambiar un hábito dañino por uno sano, necesitamos incorporar un hábito que nos dé la misma recompensa, es decir, que nos produzca la misma sensación que el anterior.

Esta es una de las claves de AA (Alcohólicos Anónimos) que basa parte de su programa en grupos de apoyo que le permitan a las personas conversar sobre sus problemas, porque la sensación de ser escuchado y comprendido libera dopaminas y serotoninas, que son hormonas asociadas a emociones como la calma y la relajación. Por lo tanto, en lugar de recurrir al alcohol para sentir relajación o calma, la persona puede recurrir a los grupos de apoyo para obtener la misma recompensa con un hábito saludable como conversar con otras personas. Es importante aclarar que los grupos de apoyo son solo uno de los componentes claves que tiene el programa para ayudar a las personas a recuperar el sentido de su vida por fuera de la adicción.

También tenemos el ejemplo de Lisa Allen que reemplazó el hábito de fumar por el hábito de trotar cada vez que sentía ansiedad, y encontró que el ejercicio le hacía sentir más relajada que la acción de fumar, con el beneficio adicional de sentir más energía y sentirse más en control de su vida. Este hábito clave impulsó otros, como comer más sanamente, lo que la llevó a perder los 30 kilos de sobrepeso que tenía, y sentirse mucho más empoderada de sus decisiones.

Los hábitos se activan con una señal; por ejemplo, la señal de estar muy agotados puede llevarnos a comer más dulce que nos da la recompensa de sentir más endorfinas (más energía). Pero si hemos visto que este hábito nos causa problemas, porque nos hace subir de peso o nos da migraña o tenemos riesgo de tener hipoglicemia, etc; entonces necesitamos identificar la señal que lo dispara y la recompensa que nos ofrece para cambiarlo por una rutina más saludable. Por ejemplo, si lo que buscamos es más energía, podemos reemplazar el dulce por un café o un té; si lo que buscamos es distracción, podemos reemplazarlo por una conversación con un amigo o una salida a caminar, etc.

El hábito clave y las pequeñas victoria

La clave está en no tratar de incorporar muchos hábitos a la vez, sino incorporar un hábito clave que ejerza un efecto dominó en todos los demás. Los hábitos claves son aquellos que nos dan más energía y que nos conceden pequeñas victorias para darnos la confianza que necesitamos para motivarnos a continuar.

A continuación, doy una lista de algunos de los hábitos claves que se pueden incorporar. Es importante elegir solo uno, y cuando éste se haya fijado, se pueden incorporar más, aunque es probable que esto suceda como efecto secundario, como efecto dominó del primer hábito incorporado.

Cuatro hábitos clave

Levantarse temprano

Para muchos de nosotros es todo un reto. Sin embargo, levantarse temprano es un hábito plataforma, es decir, es un hábito trampolín a todos los demás porque permite tener más tiempo para aquellas cosas que son importantes, pero que pareciera que nunca tenemos el tiempo para hacerlas: como leer, meditar, orar; y además es el momento del día donde tenemos más energía natural.

Adicionalmente, levantarse temprano nos va a ayudar a dormirnos más temprano y a regular nuestro hábito del sueño que es crucial para una buena salud mental y física.

Hacer ejercicio:

Ejercitarnos nos da más endorfinas, dopaminas y serotoninas que son las hormonas de la alegría, la relajación y la calma; y estas emociones son claves para configurar nuestros estados de ánimo diarios y para lidiar mejor con situaciones tensas del trabajo, y es una de las actividades que más sensación de empoderamiento nos brinda, lo cual es un beneficio enorme para nuestro cerebro.

Ejercitarnos nos va a llevar, de forma automática, a comer de forma más saludable que, a su vez, nos va a dar la energía necesaria para rendir mejor en el ejercicio.

Hacer siestas

Interrumpir el día con una siesta de 20 minutos, después de almuerzo, puede tener importantes beneficios porque se liberan serotoninas y endorfinas que relajan la mente y el cuerpo, y crean un reinicio para las actividades de la tarde. Es mejor dormir 7 horas con una siesta de 1 hora que dormir 8 horas consecutivas sin tomar ese descanso durante el día.

Una tarea cognitiva a la vez

Las investigaciones de la Universidad de Stanford y de la Universidad de Michigan, entre muchas otras, han comprobado que el modo multitarea (hacer varias tareas a la vez o en simultáneo que requieren nuestra concentración, como escribir un correo y hablar por teléfono) liberan tres veces más de estrés, es decir, liberan altas dosis de cortisol, sobrecargando la corteza prefrontal del cerebro (el área que nos permite predecir y pensar en el futuro), y causándonos la sensación de agobio.

Así mismo, estas investigaciones descubrieron que el modo multitarea, no solo nos agobia, sino que nos hace un 40% más improductivos porque el cerebro se vuelve lento en reenfocarse y concentrarse, lo cual hace que se demore más completando cada tarea, y, además, hace que cometa más errores porque baja la atención al detalle.

Por lo tanto, es más eficiente y productivo dedicarse a una sola tarea a la vez, desconectando las alarmas y notificaciones de correo y celular durante periodos de 20 minutos, que tratar de concentrarse en responder y hacer múltiples tareas casi al mismo tiempo. Ver técnica Pomoro de Franceso Cirillo.

 Para ver otros hábitos claves, ver Daily Willpowered Habits

Conclusión 

Los hábitos nos han acompañado siempre y siempre han tenido un alto impacto en nuestras vidas; y los cambios abruptos que hemos vivido a raíz del Covid19, nos presentan una oportunidad para reconfigurar nuestra vida con rutinas que nos den mayores beneficios emocionales, físicos y mentales. ¿Estás listo para incorporar un nuevo hábito clave en tu vida?